Cocinando, que es gerundio

A menudo me veo en una situación en la que, por algún que otro motivo, acabo mencionando que no me gusta cocinar y que por lo tanto, no cocino. Y yo me pregunto: si hay gente a la que no le gusta el cine (=inaudito) o el chocolate (=increíble) o incluso Pulp Fiction (=sin comentarios), por qué siempre hay alguien que se lleva las manos a la cabeza cuando digo que no me gusta cocinar? 
 
  • Que no te gusta cocinar? Pero si es súper relajante! 
 
Relajante? A ver, si yo entrase en mi cocina y encontrase, cual Arguiñano, todos los cuencos preparados encima de la mesa, limpia y reluciente, ordenados según la receta, con los tomates a rodajas, el puerro bien picadito, las zanahorias en juliana, los 200 gramos de harina (no de cualquier harina, sino de la que la receta te pide) ya pesados, etc, etc. Si yo tuviese picadora, 33 tipos de cuchillos, moldes en forma de reno, lavavajillas con capacidad industrial, una cámara web conectada a una central que me recordase cada dos por tres que no se me olvide echar la sal... Si tuviese un documento firmado con sangre en el que me asegurasen que, de alguna manera, después de cocinar, unos duendes mágicos van a venir a mi cocina y la van a dejar reluciente... entonces, y solo entonces, creo que estaría de acuerdo en que cocinar es un placer. 
 
Pero esa no es la realidad... El proceso de “cocinar” es bien distinto. Empieza en el supermercado, estarás pensando. Pues no, empieza incluso antes: primero tienes que decidirte a cocinar (que no es poco). Después, tienes que determinar qué cocinas. Cuando ya sabes lo que quieres cocinar, tienes que preguntar a internet y establecer cómo de factible es que una pobre ignorante culinaria como tú pueda llevar a cabo satisfactoriamente esa receta. Supongamos que encuentras una con media estrella de dificultad apta para ti. Entonces es cuando vas al supermercado. 
 
Si la receta es de una tortilla a la francesa, me veo capaz de encontrar los ingredientes yo solita..., pero qué pasa si necesito un tipo de seta especial, vinagre de arenque o, como me pasó una vez, cremor tártaro, que vete a saber tú dónde venden eso. Es más, qué es eso? Qué diccionario me lo traduce al alemán? 
 
En aras de avanzar con el argumento, supongamos que encuentro todos los ingredientes para mi receta de dificultad negativa. Qué es lo siguiente que necesitas? Tiempo! 
 
Si uno quiere, siempre encuentra tiempo. Pero hay que querer... Y no es que yo no quiera... es que siempre encuentro unas 235 cosas que me apetece más hacer que meterme en la cocina con el vinagre de arenque. Pero bueno, supongamos que está diluviando, las carreteras están cortadas, no hay internet ni teléfono, todos mis libros están en casa de alguna amiga y no consigo arrancar mi ordenador. Parece que no me queda otra, verdad? Vale, pues entonces cocino. 
 
Posiblemente me salga algo ingerible y habré empleado mi sábado en algo útil y me sentiré orgullosa de mí misma... Y qué mejor manera de celebrar todo esto? Limpiando la cocina! Porque sí, después de cocinar, los duendes nunca vienen, hay que limpiar! Total, que la broma te cuesta toda la mañana del sábado y media tarde poniendo orden en la cocina... Esto con el bocadillo de jamón no me pasa! 
 
Pues sabiendo esto como sé y conociéndome como me conozco, qué diréis que he hecho? He decidido aprender a cocinar como uno de mis dos propósitos de año nuevo. Y claro, los propósitos de año nuevo nunca, nunca, nunca se abandonan... Así que aquí estoy, intentando que al menos me salga una carbonara... Como dice mi madre: “poco a poco, poco a poco”.
 
Quién sabe, igual un día soy yo la que se lleva las manos a la cabeza...
 

9 comentarios:

  1. Ayayay Servidora... ¡es que tú también eres de lo que no hay! Si la cocina no te atrae de primeras, ¿no sería mejor empezar preparando algo con ingredientes más sencillitos para irle cogiendo el punto, en vez de irte a recetas con vinagre de arenque y crémor tártaro? Por cierto, si quieres saciar tu curiosidad, aquí tienes :-) . Una interesante utilidad de Wikipedia que no es muy usada. Cuando quiero conocer algún término rarito, de esos que no vienen en ningún diccionario, me voy a la Wiki en un idioma, luego la paso al otro y, ¡tachán!

    Saludos

    P

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    1. Es que hago una tortilla a la francesa, me sale bien... y me crezco! Y claro, luego llega la dura realidad.

      Pues sí, gracias a tu utilidad vamos a descubrir que el cremor tártaro no es más que el Weinsäure (tiene sentido). En castellano es mucho más rimbombante, por una vez :-)

      Una vez más, viviendo y aprendiendo!

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    2. PD: Según Wikipedia, tanto el ácido tartárico "en alguna de sus formas" como el Bitartrato de potasio, son cremor tártaro. Supongo que "en alguna de sus formas" es en la que le quitas un Hidrogeno y le añades un Potasio... no hay más!

      De ahí que a mi me haya dado Weinsäure y a tí Weinstein

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  2. Y yo me pregunto... Por qué te empeñas en aprender a cocinar si no te gusta?

    Tip: ir limpiando mientras cocinas, al menos te dejará libre la tarde del sábado

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    1. Pues el gran problema es que... comer sí que me gusta, y mucho! (qué te voy a contar!)

      Y he pensado, que ahora que tengo ayudante (porque obviamente yo soy la jefa y Polanski el ayudante) era un buen momento para empezar. Además, que ya tengo una edad! Que la última vez que compré pescado me dieron peregil y le pregunté a la tendera, que me miró con cara de susto infinito: "y esto, pa que es?"

      La otra opción es la termomix. Eso es la panacea, no?

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  3. Jaja. Me ha encantado. Me siento, otra vez, completamente retratado. Yo también hubiese comentado que a la mínima que intentes cocinar algo ligeramente complicado ya hay que estar haciendo varias cosas a la vez (super relajante) y cosas como échale una pizca, a ojo, ya sabrás cuando está listo, etc. también me matan (será mi deformación profesional ingenieril :P)
    Un saludo! Que aunque no comento nada, sigo disfrutando de cada entrada de tu blog!

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    1. :-) Muy buenas tedesquillo!
      Pues sí, en esa categoría entran las indicaciones de mi madre: "pues le echas una cucharada de harina, pero no muy llena" o "y lo llenas de agua hasta un dedo del canto", así, independientemente de las dimensiones del cacharro (olla, sartén, lo mismo da que lo mismo tiene). Como tú dices, será mi deformación profesional ingenieril :-) Yo quiero gramos y mililitros!
      Muchos saludos para ti también! Me alegra que sigas por aquí :-)

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    2. Pues hazte una calculadora, vaso de agua=250ml - 1 un dedo =200ml.. Otra cosa a mi nunca me han dado perejil comprando pescado, es más sin emperador no sé para qué quiero el perejil, prefiero la albahaca o alhábega( en su nombre más familiar)

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    3. No, no, no... Su dedo y el mio, dos medidas distintas. Y de vasos ni te cuento... Si quieres, te paso la receta de mi madre y tú me la traduces ;-p

      A ver qué conversión encuentras para "una miajica" de lo que más rabia te de...

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