Sobre rueda(s)

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Vivir en una de las ciudades más seguras del mundo tiene muchas ventajas. Qué digo muchas, muchísimas! Puedes pasear tranquilamente de madrugada, no necesitas mirar a izquierda y derecha antes de abrir la puerta del portal de tu casa, cosa bastante de agradecer para una paranoica como yo. En fin, que puedes vivir relativamente tranquila.

Pero claro, mantener estos estándares de seguridad ciudadana cuesta lo suyo y te puede patrocinar situaciones surrealista-festivas como la que me ocurrió la semana pasada. La cosa empieza mal: en la susodicha ciudad, así, sin venir a cuento, me roban la flamante rueda delantera de mi no tan flamante bici de segunda mano (mea culpa, por no atarla). Qué os voy a contar, no me hizo ninguna gracia. Lo que menos, la vuelta a casa con la bici a cuestas... 

Y es aquí donde empieza lo "bueno": si tú eres el cuerpo de seguridad del estado y estás patrullando tranquilamente tu zona y ves a una enemiga pública número uno como yo, con "antecedentes" y todo, paseando con una bici sin rueda, qué piensas? Pues eso mismo pensaron ellos: que venía de robar la bici, con el cuerpo del delito nada menos!
  • Esa bici es robada.
  • No señor agente, la bici es mía, lo que ya no es mío al parecer, es la rueda.
  • Sí, claro. Recibo de compra de la bici?

Mano derecha a bolsillo derecho del pantalón. Mano izquierda, al bolsillo izquierdo. Y ahora los de la chaqueta. Y dale a tu cuerpo alegría...(uy, perdón, que me voy por los cerros). Que no, que aquí tampoco está. Cómo se me ocurre salir a la calle sin el recibo de la bici!!
  • Mire señor agente, es que hoy me pilla sin el recibo encima, pero si le parece bien, vivo aquí al lado, así que si quiere, viene usted y le busco el recibo.

Le veo dubitativo. Sé lo que está pensado: “podría ser una trampa”. Se toma su tiempo, pero eventualmente accede a mi oferta, eso sí, pidiendo refuerzos por si resulto pertenecer al crimen organizado y tengo un arsenal en casa. Más vale prevenir que curar, di que sí!

Total, que allí estoy yo en el salón de mi casa, con tres policías sentados en el sofá, buscando el recibo de la bici, en la que sin duda alguna pasa directamente al pódium de las escenas más surrealistas de mi vida. Si llega Polanski en ese momento, se muere del susto!

Lo imposible: encuentro el recibo.
  • Esta bici seguro que es robada! Cómo no sospechaste con ese precio?
  • [ a cuadros yo]
  • Eh?
  • Pues mire señor agente, baratilla es, pero cómo me voy a imaginar yo que una tienda que vende bicis (y da recibo de compra!) en plena calle, por cierto al ladito de la comisaría, me va a vender una bici robada...
  • A comisaría, a comprobar el número de bastidor.

Los tres agentes, servidora y el cuerpo del no-delito, a la comisaría. Escoltada, por si me da por escapar a mi archiconocida “velocidad punta”. Bolt, mi segundo nombre. Si es que, hay que jo&d$#se.

Se llevan mi bici a la "sala de las autopsias". A la media hora, vuelven.
  • Pues ya está todo, puede irse.
  • Entonces, no es robada?
  • Eso tenemos que investigarlo. [Traducción: no, no es robada, pero nos da palo reconocerlo después de la que te hemos liao]

Ya estaba yo casi que con un pie en la calle, cuando me asalta el sentido de la eficiencia: 
  •  Señor agente, ya que estoy aquí, podría denunciar el robo de una rueda?


14 comentarios:

  1. Charles, esta historia te la dedico. Por solidaridad. Porque los dos sabemos que bien te podría haber pasado a ti!!

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    1. Lo del número de bastidor es coña, ¿no?

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    2. Lo mismito me pregunté yo! Pero no, no es coña...

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    3. Que fuerte!! Pensaba que estas cosas solo pasan en nuestro pais

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    4. En España?? Tú conoces a alguien a quien hayan parado por (supuestamente) haber robado una bici... en España??

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  2. Uf, si no fuera terrorífico, sería hasta gracioso. :-) Pobre...

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    1. :-) Yo creo que el punto de inflexión entre "susto" y "gracioso" coincide exactamente con el momento en que encuentro el recibo... A partir de ahí ya, sobre ruedas!

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    2. Sobre una rueda ;)

      Muy bueno!

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  3. Si es que tienes pinta de delincuente, solo hay que ver el avatar, con esas gafitas de persona de malvivir XD

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    1. Y fijaté tú que a la mayoría les parecen (las gafitas) de lo más nerd! Voy a tener que sacarles su lado oscuro... ;-p

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  4. Es lo bueno de tener el sindrome de Diógenes carteril, que en un renuncio no te pillan, les puedes enseñar la factura de la bici y de paso un billete para llevar la bici en el cercanías del 2009 (un buen año) ... Luego le empiezas a contar tu vida hasta que te deje ir porque un niño haya cruzado sin mirar a los dos lados :)

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    1. Más que de "Diógenes carteril", yo lo llamaría de "Diógenes adaptativo" o "evolutivo". Si me dan media hora más, les saco los recibos de todos los helados que me compré en 2009. Y el de la compra del hamster, por si me acusan de secuestro :-p

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