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A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de trabajar con mentes brillantes y auténticos fuera de serie. Compañeros a los que he tenido como referencia, cuyos pasos siempre he intentado seguir. Profesionales como la copa de un pino, de los que tanto quiero aprender.
ERROR!
Más escurridizo, incluso a veces inadvertido, nuestro amigo el inútil también siempre ha estado ahí. El futuro, señores. Me ha costado entenderlo, pero ahora lo veo como agua clara: el gran privilegiado en la biosfera de la oficina es, sin duda alguna, nuestro amigo “Yusles”.
Uno pensaría que la mejor vida siempre es la del jefe. De nuevo, “error”. Yusles llega al curro cuando llega, se va igualmente, cuando le parece. Que llega tarde a un meeting, no pasa nada. Es más, si ni siquiera aparece, tampoco. No tiene que preocuparle cómo escribir un parte porque, sorpresa, nunca le van a pedir que escriba uno. A cuerpo de rey, vamos!
El atento lector me preguntará ahora: “entonces, por qué no somos todos inútiles?” Ay, ni que fuese tan sencillo! Lo mejor para ser inútil, al igual que millonario, es nacer. El inútil nato siempre será superior en todos los aspectos. No debemos aspirar a alcanzarles porque, insisto, es inútil. Sin embargo, en estos nueve años en los que he podido estudiar a Yusles en su hábitat natural, he aprendido que el sujeto en si desarrolla ciertas pautas según la circunstancia en la que se encuentre.
Entusiasmada por los descubrimientos intenté documentarme, busqué desesperadamente literatura al respecto, consulté todas las publicaciones que encontré en la red…, pero nada. Hasta ahora nadie parece haberse interesado por el tema. Así pues, he decidido tomar la iniciativa y presentar aquí capítulo a capítulo, mi obra maestra, resultado de nueve años de intensa investigación:
La Guía del Inútil [GDI]
El mundo está a punto de cambiar...