Komander


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Mi Komander es un tío super organizao. Es más, hiperorganizao diría yo. Allá donde va siempre lleva alguna agenda: o la tablet, o el smartphone, o el laptop del curro, o el suyo. Siempre. Eso sí, cada uno con su servidor, todos distintos y todos sincronizados. Que si no sería muy sencillo. Yo estoy segura de que cuando le suena el despertador se le enciende la cafetera, que seguro que también está sincronizada.

Eso sí, a las reuniones no llega. “Dramatización” de lo sucedido esta misma mañana:

-       (riiing, riiiing) Komander, que estamos aquí esperándote.
-       Esperándome?
-       Sí, el meeting. Te acuerdas que te mandé la invitación?
-       Uhm, que raro, no me aparece en el calendario….
-       Vaya. Puedes venir aún. Y por favor, te traes la lista de entidades.
-       Ah, es verdad! Que tenía que prepararla…
-       Déjame adivinar, se te ha desacompasado el recordatorio de la tablet, a que sí?

Yo no es que sea un ejemplo a seguir, pero oye, mi  “sofisticado” sistema organizativo rara vez me falla. Consta de tres elementos:
·           Calendario
·           Post-its
·           Cerebro
 siendo este último el encargado de dirigir mis órganos visuales hacia los otros dos.

Lo admito, no es cool ni hightech…, pero a los meetings, llego.

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