La mudanza


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De haber empezado por el principio, hubiese comenzado por explicar esa gran aventura que fue mi mudanza.…Pero es que, solo de pensarlo, me agoto.

Ya me lo avisaron. Todos. “Mira que encontrar piso en la capital bávara esta jarto complicao”. Pero servidora, que no se deja apabullar por exageraciones y voz pópuli, urdió un astuto e infalible plan: “me cojo  un piso de esos que se cogen por meses y con tres meses malo será que no encuentre na”.

Ay madre del supremo! Que poco me imaginaba yo la que se me venía encima!!! Encontrar piso en Munich, no es que sea difícil no, es que roza lo imposible!!

Os explico como funciona, para los que hayáis tenido la suerte de no experimentarlo: en Munich el 99.99% de los pisos va por inmobiliaria. El de la inmobiliaria, en esa labor extenuante que realiza, cuelga un anuncio en internet, se va a por un café y cuando vuelve lo descuelga. En esos diez minutos ha recibido 157 solicitudes. Empieza a abrir emails hasta que tiene a diez candidatos que ganan lo suficiente como para ser dignos del piso en cuestión (aunque sea un zulo). Los otros 131 emails los elimina.

Con los diez elegidos queda el martes a las 14:00 para ver el piso. No hay negociación. Si no puedes te jodes. “Es que tengo que trabajar”. Te jodes. “Es que ese día estoy fuera”. Te jodes. “Es que… “.Pi, pi, pi, pi.

De los diez elige a uno y ya está. Fin de su función. Zaskatraska, un riñón pal de la inmobiliaria.

Esto significa que, si quieres triunfar, tienes que estar a tiempo completo delante del ordenador dándole a refrescar a la página de los pisos. Si aparece algo que se adapta a lo que buscas, ni lo leas, dale a “Enviar solicitud”, ya tendrás tiempo de leerlo más tarde. Acto seguido, llama…. por si suena la flauta y te cogen el teléfono.

Empiezas tiquismiquis: es que éste no tiene ventanas, es que éste no tiene agua corriente, es que a éste le falta una pared, es que éste tiene la bañera en el salón…. Pero después de un mes de búsqueda, qué le falta una pared? Eso lo arreglo yo con hueveras de cartón y listo!!!

Tres meses duró mi odisea! Hasta que por fin, al borde de lo verosímil, un día, cuando ya había perdido la fe, la calma y la esperanza, aparecieron esos 48 metros cuadrados que decían que me querían! a mi!!. Un palacio me pareció aquello dadas las circunstancias.

Y así se asentó servidora. No me mueven ni a pedradas de este piso.

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