GDI: Yusles y los meetings

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Dediquemos éste, el primer capítulo de la Guía del Inútil, al estudio del comportamiento del sujeto en cuestión, Yusles, en uno de los eventos más cotidianos de nuestra vida laboral: los meetings. A ver, además de perder el tiempo y la cordura, que más se hace en los meetings? Exacto! Repartir marrones.

Desde su infravalorada posición, Yusles es buen conocedor de esta rutina por lo que, en principio, su primera opción siempre será no ir al meeting. Para los que no seáis inútiles natos dejar de ir a los meetings puede resultar muy radical. Falta media hora para el meeting y empiezas a sudar. Un cuarto de hora. Cinco minutos... “no voy”, “no voy”..., pero al final, vas. Cómo evitar esto? Nada más recibir una invitación a un meeting, cambialé fecha y hora. Rápido! Llegará un momento en que no te fiarás lo más mínimo de tu calendario y hasta dejarás de mirarlo. Objetivo cumplido: los marrones ya no revolotearán a tu alrededor!

Sí, es cierto que en ocasiones, bien por el qué dirán, bien por presión social, bien por tu amenazante jefe, la primera opción no se puede llevar a cabo. Vamos, que tienes que ir al meeting. Bueno, no pasa nada. Verás los marrones pasar cerca, pero aún puedes esquivarlos. Fundamental: nada más entrar al meeting, elige una de las esquinas del techo y, pase lo que pase, no la pierdas de vista hasta que acabe. Cualquier titubeo, contacto visual, ni digamos mirar la presentación, podría dar a entender que te interesa lo más mínimo lo que se está hablando.

Si aún así alguien repara en ti y se le ocurre pronunciar tu nombre mientras asignan un marrón… entonces tienes que jugar tu última carta, ese as que tienes escondido en la manga, esa frase que Yusles es capaz de repetir incluso en sueños: “Sí, sería factible, pero es bastante más complejo de lo que parece”. Perfecta. Un "yo-no-es-por-no-ir, si-hay-que-ir-se-va" en versión Yusles. Aplicable a prácticamente todo, rebosando ambigüedad. Oyen esa frase y ya saben que “no es que tu no estés dispuesto a hacerlo”, pero es que “va a tardar mucho” y  “va a ser muy caro”. El interés se desvanece. Y el marrón, también.

Bien amigos, nadie dijo que llegar a inútil fuese fácil... ahora, a ponerlo en práctica!


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