Pero
que maleducada soy! Dos meses por aquí y aún no he tenido la decencia de
presentar a mis compis de
curro, ese equipo “B” con el que lidio cada día, ese dream team que en mi cabeza adquiere más
bien la forma de los Parchís en su versión treinta-cincuentañera: cuatro colores y un dado.
Vayamos
con las presentaciones.
Sin
duda el color rojo sería para Komander, no porque es el jefe, sino por ser el
color que adquiere su cara cuando “educadamente” nos indica lo mal que una vez
más lo hemos hecho todo. Está al frente de (más que cuestionablemente) los
éxitos y (no tan cuestionablemente) los fracasos del equipo. Le encantan los
meetings y si por el fuera no haría otra cosa en todo el día. Pasará por encima
de ti por muy en puente que estés y no dudará en matar(te) y contarse 20.
Con
el blanco tendríamos a Prudencio, tanto por su cualidad de cándido, neutro e
imparcial como por su cualidad de dado. Lo peor que le puede pasar jamás a
Prudencio es que alguien le pida que tome una decisión. Un poco el Pocahontas
de la oficina. Defensor de la paz y la armonía del equipo. Prudencio trabajaría
boca abajo colgao de un árbol
en invierno con tal de no discutir.
Con
el verde tenemos a la Chefin, la que realmente corta el bacalao. El verde es su
color porque es la gran esperanza del equipo. Fiel aliada de servidora en sus
maquiavélicos planes contra Komander. Una estratega nata. Como ya sabéis, en todo equipo hay un crack y, fuera de toda duda razonable, Chefin es la crack de este
equipo.
A
Yusles, el inútil del grupo, le daríamos el
azul, como el mar, porque va y viene, y sube y baja, y siempre está ahí, en su
infinita calma, como si nada. Objeto de mis estudios y mi fascinación. Se
podría escribir tomos y tomos sobre él (que de hecho, como sabéis, es una de
mis ocupaciones). No adelanto más. Todo sobre él y el resto de Yusles del resto
de curros, en la Guía del inútil.
Por
último, nos queda el amarillo, que será el color de servidora. No porque sea mi
color favorito…, sino porque es el color del limón, que también es ácido.
Me ha encantado :-)
ResponderEliminarSoy de nuevo el Anónimo anterior.
ResponderEliminarYo hoy he tenido una de Yusles para nota. A la altura de aquel que escribía entre lágrimas de dolor articular que no podría ir al trabajo ese día...
Supongo que ahora ya te imaginas quién soy o como mínimo de dónde procedo... ;-)
Tú tienes que ser de mi curro fijo! ;-)
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