Enemiga pública... otra vez

A veces los planetas se alinean. Si el año pasado ya me fastidiaron la semana santa, este año también han estado a puntito de liármela. Cómo? Mandándome a una reunión el jueves santo. Haciendo encaje de bolillos, encuentro un vuelo de vuelta a Munich que aterriza una hora antes que mi vuelo a Madrid, con lo que, milagrosamente y gracias a que no hubo retrasos, consigo irme de vacaciones sin salir del aeropuerto. Bien!



Cinco días más tarde, esa cadena de vuelos me patrocinaría una situación nuevamente surrealista en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, una vez más, con Guardía Civil y todo..., pero ya está bien de adelantarme a los acontecimientos, como diría Jack el destripador, vayamos por partes.

En Burdeos, que es donde era la reunión, además de casi tener un ataque al corazón viendo que la cosa se retrasaba y que perdía el vuelo y mis vacaciones, tuve la suerte de encontrarme con una amiga mía que, no solo me sacó a conocer la ciudad, sino que también me obsequió con un tarro de paté francés de estos ricos, ricos.

Me temía yo que semejante delicatessen iba a ser enémiga de las estrictas normas de seguridad aérea, por lo que, dado la cantidad de vuelos que me esperaba, pregunté directamente al señor del escáner de Burdeos: 
  • Puedo viajar con esto en cabina? 
  • Sí, "sans problème". Puedes pasarlo porque no es líquido y además el tarro es transparente.

Ah, pues todo solucionado. Servidora viaja con su paté a Munich y de Munich a Madrid y todo va bien hasta que me toca repetir la operación en el aeropuerto de Madrid. Paso por el escáner, encuentran mi paté y me dicen que no está permitido. Aquí empieza lo absurdo:
  • Señorita, esto no está permitido.
  • Sí, sí, no se preocupe, el bote es transparence. Lo pregunté en Burdeos y sí está permitido.
  • Pero esto no es Burdeos.
  • La normativa no es europea?
  • Además, es más de 100 ml
  • Dónde lee usted el volumen?
  • Aquí: 120 gr
  • Gramos no es volumen.
  • Da igual, se ve que es más de 100 ml.
  • Bueno, pero habrá que medirlo, no? Además, el paté no es líquido
  • Pues no está permitido.

Como ya tengo un historial en peleas de aeropuerto y veo dónde va a acabar esto, le ahorro minutos de discusión llamando al guardia civil directamente. No es mi amigo el de la otra vez, pero al menos es un chaval super majo con el que continúo la absurda discusión:
  • El paté no es líquido, cierto, pero es crema, y las cremas tampoco están permitidas a menos que sea en botes de 100 ml.
  • Pero en Burdeos me dijeron que sí.
  • Pues se equivocaron.

Aquí ya empiezo a mostrar altos síntomas de cabreo por la incoherencia de todo esto, casualmente en la dirección en la que el sistema gana y el pringao de turno (en este caso yo) sale perdiendo.
  • Tiene usted la normativa?

El guardía civil se va y vuelve con un panfletito en el que, efectivamente, las cremas estaban descartadas.
  • Lo que puedes hacer es salir, ir a una farmacia, comprar dos botes de 100 ml y meter el paté en los dos botes.
  • Se da usted cuenta de lo absurdo de todo esto?

Total, que allá que va servidora de terminal en terminal buscando una farmacia que tenga botecitos de 100 ml (documentados) con una apertura tal que pueda meter el paté fácilmente, porque casualemente me pillaron sin el embudo de traspaso de paté a botes con cuello de cisne, que de otra manera siempre suelo llevar dos o tres en el bolso.

Fracasé. Visto que iba a perder el vuelo opté por la única opción que me quedaba: entré a una tienda, compré un bocadillo de queso, y le unté paté ligeramente por debajo del límite del cólico trapero.

Desgraciadamente, el resto hubo que sacrificarlo.

Moraleja de esta historia: si vas a coger un avión, estúdiate este panfleto. Y por si se sacan alguna nueva normativa del sombrero, mejor que te acompañe alguien al aeropuerto a quien le puedas dar todo lo confiscado.

Si no me puedo comer yo mi paté, por lo menos que se lo coman mis amigos!

10 comentarios:

  1. Lo que más me sorprende de esta historia es que te dieras por vencida tan pronto, conociéndote... pero sí, es un ejemplo más de las bondades de nuestro país, para qué vamos a usar la materia gris cuando tenemos un panfleto que nos ahorra trabajo? En fin...

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    1. Pronto?? A mi esos quince minutos se me hicieron eternos!
      Posiblemente porque la materia gris también es "líquida" o "crema" o como mínimo tiene capacidad de extrusión y por lo tanto está incluida en el panfleto de alguna manera. Por eso no la utilizamos, porque no está permitida ;-p

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    2. Yo me lo hubiese zampado a pelo allí mismo, aunque acto seguido tuviese que vomitárselo en sus brillantes zapatos. Si nos jodemos, jodámonos todos. ¡Hombre ya! jajajaja

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    3. Bueno, es una obviedad lo que ocurre en los filtros de un aeropuerto. Aunque para ser justo, los de seguridad de los aeropuertos cobran muy poco, no les pagan para pensar, y lo que es peor, si se saltan alguna de las normas de esas escritas que tienen, se arriesgan a ser expedientados o despedidos, una vergüenza vamos. Otra cosa es el que se pasa de listo o los guardia civiles, esos son un mundo a parte, aunque diría que más bien, un mundo "para lelo "

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    4. :D :D :D Me parto! Pues mira, me lo apunto para cuando me digan que mis 10 kg de naranjas son líquidos en potencia (que por una vez, tendrían razón :-) Zumo para todos!!!! :D :D

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  2. En España hemos pasado de defensores del catolicismo en Europa a defensores de las normas absurdas de seguridad aerea.
    Último ejemplo: vuelo de Navidad Frankfurt - Madrid / Madrid - Frankfurt. Botellita de agua para los niños en el equipaje de mano.
    Control de seguridad alemán: "Bonito, cuantos años tienes?" "Cinco!" Sonrisa del guardia, "a partir de ahora tienes cuatro. Pase la botella, señora"
    Control de seguridad español: "no está permitido", "no está permitido", "no está permitido", "no está permitido"
    "Gracias, señor de seguridad, por hacer mi viaje con dos niños mucho más complicado"

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    1. Eso es algo que siempre me ha extrañado. Cómo puede ser que los controles en Alemania, país supuestamente mucho más estricto, sean mucho más relajados que los de Madrid-Barajas? (nótese que hablo solo de Madrid-Barajas, en ningún otro aeropuerto he tenido éstos encuentros)
      Misterios misteriosos.
      Mira, me acabas de recordar la vez que se me olvidó que llevaba un cuchillo de carnicero en la mochila cuando pasé el control el Frankfurt... Para el próximo post "Enémiga pública, el retorno" :-)
      Saludos!

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  3. Lo mismo parece algo arriesgado, pero a mi se me hubiesen ocurrido dos planes:
    Plan A: Comprar un polo de 100ml para solidificar el paté y posteriormente poner ambos artículos bien separados en el equipaje, o entregar voluntariamente el polo a modo de peaje.
    Plan B: Rellenar los mofletes con la mayor cantidad posible de paté y hacerse el mudo hasta que se atrevan a peguntar por el aeropuerto de destino.

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    1. Me quedo con el plan B (que raro...). El problema que le veo al plan A es el mismo que le vi a encontrar el botecito: que no suelo llevar moldes de polo y el congelador a cuestas...
      Eso sí, el plan B es un gran plan, lo llamaré el plan "paloma". Pero incluso mejor, sería el plan "vaca", donde el paté viajaría seguro "del todo" y en Alemania solo tendría que regurgitarlo ;-p

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