El desenlace

Pues sí, como la mayoría habéis adivinado, lo primero que hicimos tras los eventos del sábado pasado, fue colocarnos en la caja que acababa de abrir. No fue fácil. Para una vez que yo consigo contenerme y no liarla, Polanski, que normalmente es una balsa de aceite, parece no lidiar muy bien con la situación y me toca literalmente arrastrarle de “A” a “B” mientras farfulla.

El final de la historia podría haber sido que pagamos mi molde de tarta y fuimos felices y comimos perdices... Pero no.

Mientras continúo neutralizando a Polanski, ya en la segunda caja, observo por el rabillo del ojo cómo se nos aproxima Vándalo. Como estoy a dos cosas a la vez, lo veo como con luz estrobóscopica, más cerca en cada “fotograma”. Patada le sigue a rastras.

Cara de pocker. Nos tememos lo peor... Y acertamos.

Vándalo viene a reclamar su puesto en la cola! Que no nos suelta que él estaba primero? Por lo menos es coherente... Se creía primero en la primera cola, y se cree primero en la segunda. Complejos el hombre, ninguno.

Aquí yo ya si que no aguanto más. Un torrente de improperios se va alineando en dirección a mi boca. Polanski va hinchando la vena de la frente y justo habíamos comenzado a “atacar” cuando nuestras voces se vieron ensordecidas por un improperio incluso más audible y sin duda mejor pronunciado: el del dependiente de la segunda caja, al que a partir de ahora llamaremos "El cajero justiciero".

Esta si que no la vi venir...  Polanski, a juzgar por su expresión, tampoco.

Nos faltó sacar el diccionario para entender todo lo que el justiciero le estaba soltando a Vándalo (debían de ser improperios nivel C1, como poco). Vándalo, como buen alemán, no recula. Patada nos mira, resignado. Creo que no es la primera vez que es testigo de la sinrazón de su amo.

Como vemos que el justiciero tiene la situación bajo control, nosotros ni mu (que sensación tan rara...). Por lo que pude entender, al parecer Vándalo estaba ya fichado en el negocio, y cuando el justiciero le vio colarse, vino en nuestro auxilio (aquí yo me pregunté en qué exactamente consistía su trabajo, pero como nos estaba ayudando, decidí no indagar).

Eventualmente, una amenaza bávara neutraliza a Vándalo y le hace entender que nosotros íbamos primero. Bien.

Pero claro, mientras duró el altercado las dos colas se fueron populando, por lo que ahora Vándalo tenía que “volver a empezar”. Ja! Se ha quedado fuera del sistema, como Tom Hanks en La terminal.

A todo esto nosotros ya habíamos pagado, pero el espectáculo se estaba tornando tan interesante, que decidimos quedarnos un ratito más, palomitas en mano, a ver cómo acababa la cosa... Y acabó mal!

Vándalo intentó por activa y por pasiva "recuperar" su sitio en la cola. Algún alma cándida hizo amago de apiadarse de él, pero el cajero justiciero básicamente prohibió a ambas colas todo acto de misericordia (no os fiéis, lágrimas de cocodrilo!). Vándalo erre que erre. Como si no hubiesen más cajas...Total, acabó montando en cólera. El justiciero llamó a los “refuerzos” y éstos “amablemente” invitaron a Vándalo a pirarse (y yo que pensaba que esto solo pasaba en el Oktoberfest!).

Patada el pobre sin inmutarse. Un santo resultó (jijiji, cómo os la he liao con el nombre!). 

Y son tantas las moralejas de esta historia: 
  1. A veces, muy pocas veces, se hace justicia 
  2. Nunca subestimes el poder de un cajero
  3. El que se pasa de listo, ajos come :-)

11 comentarios:

  1. Sólo puedo decir: Prost por el cajero justiciero!

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    1. Genau!

      Yo además le he empezado una escultura de hielo... ;-p

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  2. Ojiplática con el cajero justiciero.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Uy veo que no se publicó mi comentario... Censura occidental? Decía que ahora tenéis la obligación moral de
    1. Haceros una Kundenkarte del súper
    2. Escribir un Lob sobre el cajero justiciero a ver sial menos le suben el sueldo veinte euricos...
    El pobre perro no se merece este nombre!

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    1. La censura occidental es el "becario", que está alelao, pero no te preocupes, que ya se ha espabilao ;-)

      Lo de la Kundenkarte no va a poder ser, porque es carillo el súper en cuestión y no estamos para tirar la casa por la ventana. Pero estoy por escribirle un algo: "oda al héroe de la caja" o algo así... :-p

      Ya, pobre Patada. Tendría que haberle llamado Cándido...

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  5. Se empieza podiendo meter el perro en casi cualquier lado y se acaban creyendo que son el rey-cliente de la tienda. Menos mal que nada mejor para parar un bávaro que otro bávaro (o un parrafo del ley) :)!

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    1. Jiji, menos por menos es más, bávaro por bávaro es.. en fin, que sí, que se neutralizaron entre sí para entretenimiento de la audiencia :-)

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    2. Lo de los improperios nivel C1 me ha matado. Jajaja

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    3. :-) Es que hay improperios mundanos, de esos que entendemos todos, y luego están los C1... o improperios para expertos!

      Cuando una no está a la altura, lo mejor que puede hacer es apartarse de la discusión ;-p

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