La moqueta siempre llama dos veces

Ayer fui a visitar a mi amigo Charlie. Tuve que ir a su casa porque desde que se puso a cambiar moquetas por tarimas, es el único hábitat en el que es posible encontrarle. 

Y allí aparece, pálido, desvalido, vista extraviada... En cinco años compartiendo pupitre nunca le había visto tan calamitoso...

- Charlie, cuéntame, qué males te acaecen?